jueves, 4 de abril de 2013
Dura imposición
Estar agotada en una lucha y tener a tu rival arriba tuyo y no poderte escapar y ni siquiera poderle hacer un rasguño es terrible. Es una impotencia que aturde y fastidia. Tal es el caso de esta chica filipina que la vemos dominada y entregada a la pelilarga que jugó con ella y la manejó a voluntad. Esta es la última parte del combate pero apreciamos que además de todo la derrotada ni siquiera tenía aire y fuerzas para intentar algo. Con sumo placer la vencedora trabajó sobre ella y aprovechó su deseperación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario