Tras noquear de manera espectacular a Holly Holm en julio de este año, Amanda Nunes regresó la noche del sábado a Las Vegas para buscar una defensa más al cetro de las 135 libras ante Germaine de Randamie en el evento UFC 245.
No fue bonito, pero Nunes logró mantener la corona.
De inmediato Nunes atacó con el volado de derecha después buscar una patada baja.
Nunes logró recorrer a De Randamie a la reja con presión, pero la holandesa buscaba recobrar espacio planteando el jab.
La campeona había prometido que se vería más de su juego de piso en esta pelea y no reparó en mandar la pelea al piso rápidamente.
Tras un par de contactos la holandesa buscó levantarse y aunque quedaba en un intento de guillotina de Nunes, lograba escapar.
Primero en ground and pound parecía que Nunes terminaría le pelea, después con un intento de triángulo de brazo. Nunes no podía finalizar, pero se llevaba un claro 10-8 en la tarjeta.
Cansada al inicio del segundo asalto, De Randamie encontraba oportunidad con patadas a la cabeza y cuerpo, después en el plum de Muay Thai con rodillas mientras Nunes respiraba pesado.
Nunes decidía derribar a la retadora y trabajar en el piso para alentar la contienda y respirar.
Al tercer round la técnica fue la misma, ir al piso y controlar posición, no dejar que De Randamie atacara de pie.
De Randamie buscaba con patadas al cielo cada vez que Nunes le daba espacio, pero la campeona pudo dominar el asalto, sin hacer mucho daño, en el piso.
Durante el cuarto asalto De Randamie parecía tener oportunidad con una sumisión, pero Nunes tomaba la posición y golpeaba lo menos posible para no desgastarse y que el réferi no los levantara, siguiendo la ruta en el quinto.
Al final todos los jueces le dieron cuatro asaltos a Nunes, con tarjetas de 49-44, 49-46, 49-45 para su quinta defensa al cinturón peso gallo del UFC.
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