'Cuanto menos princesas y más guerreras sean las mujeres, mejor'
Sandra Sánchez es un caso muy especial dentro del deporte de élite. De no ganar nunca nada, ha pasado a ser tricampeona mundial y aspirante al oro olímpico en Tokio 2020. Con motivo de su treinta y seis cumpleaños, Fernando Olmeda ha conversado con la karateca de Talavera de la Reina.
Fernando Olmeda 18 de Septiembre de 2017 (11:50 h.)
Una mujer que nunca perdió la fe. Una mujer que afirma que "la llave del éxito es el fracaso", y lo dice porque lo sabe bien, porque nunca ganó nada. Siempre se quedó a las puertas, nunca logró un campeonato de España. Hasta que su vida cambió. Desde 2015 no se baja del podio.
Practicante de karate desde niña, las victorias se le resistían. Cuando acabó los estudios universitarios de Ciencias del Deporte decidió dar un giro a su vida y se marchó a Australia para mejorar su inglés. Dio extraescolares en un colegio de Brisbane. Cuando regresó, surgió la oportunidad de volver a la competición de la mano de Jesús del Moral, que creyó en ella, cambió sus entrenamientos y se propuso convertirla en campeona. Estuvo dos años en Dubai compitiendo para un club de aquel país en una liga internacional. En 2015 se proclama campeona de España. Desde ese momento, el nombre de Sandra Sánchez empieza a contar en España y en el mundo. De ser monitora de niños pasa a convertirse en candidata a títulos mundiales e incluso olímpicos, tras la reciente inclusión de su deporte en el programa de Tokio 2020.
Me atraía conocer en persona a esta deportista toledana que reside en el CAR de Madrid de lunes a viernes, donde entrena seis horas diarias. Solo regresa a su 'base de operaciones' de Talavera de la Reina los fines de semana. Una deportista que espera la beca ADO por su último título y que espera más apoyo de las firmas comerciales para estar aún 'más fuerte' en su viaje hacia los próximos Juegos Olímpicos.
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Fernando Olmeda: Con treinta y seis años, muchos deportistas de élite ya se han retirado, sin embargo tú estás en un momento muy sui generis, porque llevas solo tres años en la alta competición. Eres tricampeona del mundo, tu nombre ya suena como una de las aspirantes a medalla en Tokio... ¿Cómo te sientes? ¿Qué ves, cuando echas la vista atrás?
Sandra Sánchez: Lo primero, me siento igual que cuando tenía veinte, quizá con la cabeza mejor amueblada. Cuando echo la vista atrás, veo el camino recorrido hasta llegar aquí, y sobre todo aquellos momentos en los que piensas que ya va a ser imposible llegar, y de repente, la vida da la vuelta por completo y empiezan a cumplirse sueños.
Fernando Olmeda: Cualquier persona queda muy bien cuando dice que "la llave del éxito es el fracaso", pero probablemente pocas personas como tú pueden hablar con conocimiento de causa...
Sandra Sánchez: Siempre estuve en la sombra, solo desde los últimos tres años estoy con la selección española. O sea, que llevo treinta años perdiendo. He aprendido mucho en esos momentos de no llegar, de quedarte a las puertas, de seguir intentándolo. También de disfrutar mucho con lo que hago, porque si me hubiera quedado solo con que perdía y perdía, lo habría dejado hace tiempo. Sin embargo, me gustaba tanto entrenar, la sensación de que seguía aprendiendo y que me quedaban cosas por mejorar, que yo quería seguir intentándolo, como para sacar la mejor versión de mí misma. A lo mejor no conseguía ganar pero conseguía ser un poco mejor que antes. Y me servía. Para no desilusionarme y seguir intentándolo. Ser feliz no es ganar siempre. Ser feliz es no rendirse.
Fernando Olmeda: Es decir, durante muchos años te movían objetivos más personales que deportivos...
Sandra Sánchez: Cuando llevas tanto tiempo perdiendo, el objetivo termina por no ser ganar, porque al final asumes que no es tu lugar, que ese es tu tope a nivel de competición. Pero no tu tope a nivel personal. Ese tope al final te lo pones tú.
Fernando Olmeda: ¿Cómo es esa sensación de ganar, después de treinta años viendo cómo los demás ganaban?
Sandra Sánchez: No lo sé, hay gente que dice que soy poco expresiva cuando gano, y en verdad tampoco tengo un sentimiento extremo de euforia, creo que lo que más me ha aportado ganar ha sido confianza en mí misma. Porque pasé mucho tiempo creyendo que no... y de repente dices: ¡Huy, pues sí! Y a veces todavía me cuesta creer que estoy donde estoy, que puedo alcanzar los objetivos que me marqué en su día, entonces creo que cuando gano tengo ese punto de : 'Sí, soy yo, estoy aquí, lo he conseguido.'
Fernando Olmeda: El karate será olímpico en 2020, fue una gran noticia para tu deporte. ¿Cómo lo planteas? Porque ahora de pronto se pone el foco sobre ti y sobre Damián Quintero, ya se habla de que sois firmes candidatos a medalla olímpica... Quizá los deportistas que ya han competido en Juegos están más acostumbrados, pero, para vosotros ¿es una presión añadida?
Sandra Sánchez: Desde luego no estás indiferente. Hay gente que cree en ti o simplemente se ilusiona con verte en Tokio, y es desde luego una responsabilidad, pero no me siento excesivamente presionada. Todo lo que estoy viviendo son mil sueños cumplidos, y me voy marcando el objetivo de disfrutar el camino. Quedan tres años y creo que donde hay que enfocarse es aquí, en el tatami, entrenar cada día, no pensar en la fecha 2020 sino en mañana, en pasado... Levantarte cada día con la misma ilusión y las mismas ganas de entrenar para estar allí. La presión desaparece cuando uno se sabe el examen, ¿no? Cuando uno ha entrenado, la presión disminuye.
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Fernando Olmeda: ¿Te bastaría entonces el regalo de disfrutar de la experiencia de vivir el ambiente y participar en unos Juegos Olímpicos que quizá sean, para ti, los primeros y los últimos?
Sandra Sánchez: No. Si voy, voy con el objetivo de ganar, además en las competiciones el objetivo es estar primera, ganar a las rivales para que cuando llegue Tokio vaya con las mayores garantías posibles de volver con medalla.
Fernando Olmeda: Obviamente no es lo mismo ser profesora de karate en colegios que ser deportista de élite, ahora dedicas el 100% de tu tiempo a entrenar... ¿En qué has cambiado?
Sandra Sánchez: Antes disfrutaba de otra manera, cuando enseñas no dejas de aprender. Ahora dedico todo mi tiempo a entrenar, aunque curiosamente antes me podía ganar la vida, ahora lo intento nada más. Yo creo que no he cambiado después de ganar, creo que cambié para poder ganar. Cambié mi estilo de vida, de dar clases y entrenar dos horas diarias a decir: 'Vale, voy a creer en mí, voy a creer en este objetivo y voy a poner todo mi empeño en ello'. Pasé a entrenar seis horas diarias, conseguí que un entrenador se fijara en mí, empecé a mejorar aspectos técnicos, tácticos y físicos... Mi vida cambió para lograr el objetivo, no después de lograr ese objetivo.
Fernando Olmeda: Hay gente que piensa que los deportistas que practicáis disciplinas de origen oriental sois gente diferente. ¿Tenéis una filosofía de vida distinta?
Sandra Sánchez: Depende de lo que cada uno entienda por distinto. Si me consideran distinta o rara, prefiero serlo, mejor no ser igual que los demás. Creo que en cierto modo esa reflexión va dedicada en nuestro ámbito a que somos un poquito individualistas, porque son muchas horas de entrenamiento solos. Es mucho el tiempo que uno pasa consigo mismo para mejorar el más mínimo detalle, eso te hace mirar un poco hacia adentro. Cuando salimos del tatami, eso cambia. Al final, ese espírítu de sacrificio hace que estemos en una burbuja.
(Sandra ha desvelado algunos aspectos personales en nuestro cuestionario 'This or that'.
Míralo y sigue leyendo la conversación)
Fernando Olmeda: ¿Hasta qué punto estar tan enfocada en la preparación implica estar al margen de la vida que nos rodea? ¿Estáis tan encerrados que perdéis el vínculo con los asuntos que afectan o preocupan a la mayoría de la población?
Sandra Sánchez: Me gusta estar enterada de lo que pasa en España y en el mundo. Soy de las personas que piensa que si puedes cambiar algo cerca de ti, tienes que hacerlo, pero para poder cambiar las cosas hay que tener conocimiento.
Fernando Olmeda: Por ejemplo, tú has vivido la experiencia de tener que emigrar, vivir fuera, como miles de jóvenes que se ven obligados a salir de España. ¿Cómo ha sido esa experiencia primero en Australia y luego en Dubai?
Sandra Sánchez: Sea porque hay dificultades que te obligan a salir, o por elección propia, uno decide recorrer mundo. Yo se lo recomendaría a todos los jóvenes, creo que abre la mente, conocer diferentes países, culturas y personas nos hace ver el mundo desde otra perspectiva. Recomiendo salir porque eso nos hace crecer.
Fernando Olmeda: ¿Qué opinas sobre la desigualdad de la mujer y la violencia de género?
Sandra Sánchez: Como te he dicho, salir te permite conocer, y en Emiratos o Dubai, por ejemplo, ves cuántas libertades faltan. En España quedan cosas por lograr. En cuestiones de artes marciales y autodefensa, cuanto más conozca la mujer, mejor. Cuanto menos princesas y más guerreras sean las mujeres, mejor. Pero también creo en la igualdad por ambos lados. Ni el 100% de las mujeres son buenas ni el 100% de los hombres son malos. Hay que luchar por la igualdad real desde ambos lados.
Fernando Olmeda: ¿Qué referentes deportivos tienes?
Sandra Sánchez: Me gusta mucho una frase de Nadia Comaneci que es algo así como: 'Entrena algo hasta que para ti sea fácil y para tus rivales sea difícil'. Siempre que algo no me sale en las katas la recuerdo. Cada deportista tiene una historia personal... Me gusta Carolina Marín, con su lema de 'puedo porque pienso que puedo'. Y luego en el karate Rika Usami, porque luchó hasta que consiguió su sueño. Creo que todas esas personas anónimas -que tienen una historia personal de conseguir algo a pesar de las dificultades- son las que más me llegan.
Fernando Olmeda: ¿A qué tienes miedo? ¿A una lesión, por ejemplo?
Sandra Sánchez: ¡Nunca he tenido ninguna! Así que toco madera. He tenido suerte, sé que con la edad y el nivel de entrenamientos que llevo soy afortunada. Y espero que siga siendo así. En todo caso, sí, creo que la peor pesadilla de un deportista es estar a las puertas de un campeonato o de unos Juegos y que no llegues por una lesión. Al final la vida son muchas cosas, no solo eso, está la familia, que la gente que quieres esté bien, sana... Preferiría lesionarme a que a cualquiera de esa gente que quiero le pase algo.
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