La bella Rousey demostró su poderío en el UFC y defendió con personalidad su cinturón. Mirá cómo ganó. ¿Quién la frena?
Era lo que todos esperaban. Era la pelea de la noche californiana, más allá de otras atractivas en la previa. En el Honda Arena la historia había comenzado por la tarde pero la papa estaba la noche, sin horario a definir porque dependía de cómo se iba dando los choques. La rubia fue la última en entrar por un rincón y subirse al octágono. Con su rostro angelical le puso cara de mala a su rival. Y después se la bancó en el mano a mano, quedándose con el cinturón, piloteando algún momento de tensión y dominando hasta ganar con una agresividad asombrosa.
La linda Ronda Rousey, un personaje divino, femme fatal con cara bonita y durísima al pelear, dejó out a Liz Carmouche en cuatro minutos y 39 segundos, a 11 del final del primer round sobre cinco posibles. Y en el primer choque de mujeres en la historia de la UFC, demostró que no será fácil sacarle el trono.
En este deporte de artes marciales mixtas, en un miniestadio que explotó de gente con más de 10.000 personas y que la idolatró, la rubia Ronda supo salir de una momento complicado, cuando Liz la dominaba a upa y amenazaba en la zona del cuello, y después se hizo un festín. La tuvo contra la lona, buscó variantes para desgastarla y terminó casi quebrándola. Y su grito desaforado fue acompañado por la emoción de la gente, que vibra.
El final fue como debe ser. Con un abrazo entre las chicas, con Lia aplaudiendo en la premiación, con Ronda ovacionadísima. Una campeona que en el ambiente genera un boom y que es mucho más que una cara bonita.
La bella Rousey demostró su poderío en el UFC y defendió con personalidad su cinturón. Mirá cómo ganó. ¿Quién la frena?
Era lo que todos esperaban. Era la pelea de la noche californiana, más allá de otras atractivas en la previa. En el Honda Arena la historia había comenzado por la tarde pero la papa estaba la noche, sin horario a definir porque dependía de cómo se iba dando los choques. La rubia fue la última en entrar por un rincón y subirse al octágono. Con su rostro angelical le puso cara de mala a su rival. Y después se la bancó en el mano a mano, quedándose con el cinturón, piloteando algún momento de tensión y dominando hasta ganar con una agresividad asombrosa.
La linda Ronda Rousey, un personaje divino, femme fatal con cara bonita y durísima al pelear, dejó out a Liz Carmouche en cuatro minutos y 39 segundos, a 11 del final del primer round sobre cinco posibles. Y en el primer choque de mujeres en la historia de la UFC, demostró que no será fácil sacarle el trono.
En este deporte de artes marciales mixtas, en un miniestadio que explotó de gente con más de 10.000 personas y que la idolatró, la rubia Ronda supo salir de una momento complicado, cuando Liz la dominaba a upa y amenazaba en la zona del cuello, y después se hizo un festín. La tuvo contra la lona, buscó variantes para desgastarla y terminó casi quebrándola. Y su grito desaforado fue acompañado por la emoción de la gente, que vibra.
El final fue como debe ser. Con un abrazo entre las chicas, con Lia aplaudiendo en la premiación, con Ronda ovacionadísima. Una campeona que en el ambiente genera un boom y que es mucho más que una cara bonita.
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